Ésta pieza fue realizada en los años 90 en un pequeño taller en un pueblecito de Valencia. Las varillas están hechas una a una, totalmente a mano, al igual que las incrustaciones de nácar natural así como la decoración a buril y la pintura.
El sonido al abrir y cerrar éste abanico es similar al de una baraja de cartas, por eso se acuñó éste término a éste tipo de abanico.